En 2011 se presentó a la UNESCO un plan de mejora del Centro Histórico de la Ciudad de México para los años 2011-2016. El proyecto se propuso como un plan conjunto entre sociedad civil, inversión privada y gobierno, esto supuso la mejora de gran parte del centro histórico y la recuperación social y material de muchos de los inmuebles del barrio.
El legado arquitectónico de la Ciudad de México se extiende más allá del Centro Histórico y aunque el plan inicial beneficio enormemente esta zona, son muchos los edificios todavía sin intervenir dentro y fuera de la Colonia Centro. Tras el sismo que sacudió México en 2017 los edificios que resultaron dañados pasaron a engrosar la lista de aquellos que ya estaban en desuso, abandono o en elevado estado de degradación y que se distribuyen por toda la Ciudad de México.
De todos ellos, nos gustaría destacar aquellos en los que su rehabilitación y posterior reutilización generarían un mayor impacto en el área dónde se encuentran con base a su valor simbólico, arquitectónico y material.
Cine Opera (1942)
Ubicado en la calle de Serapio Rendón 9, en la Colonia de San Rafael es obra de los arquitectos Félix Nuncio y Manuel Fontanals y probablemente el número uno en el imaginario de edificios a restaurar de los defeños. Su degradación y abandono ocurrió tras uno de los más memorables conciertos de la banda británica Bauhaus y Human Drama en 1998. Tras pasar a formar parte del INBA en 2011, el edificio iba a ser rehabilitado y reutilizado como Centro Comunitario. Sin embargo, la rehabilitación nunca se llevó a cabo y con el temblor de 2017, su degradación se puso de nuevo en boca de vecinos que pedían su demolición. El INBA realizó un peritaje en el que se confirmó que Cine Opera no presentaba riesgo de colapso y tras retirarse unas marquesinas laterales que no formaban parte de la estructura del inmueble el edificio quedó listo para la nueva reforma prometida para los próximos años.
Hotel Posada del Sol (1945)
Obra del Arquitecto Fernando Saldaña Galván, el hotel ubicado en el número 139 de la Avenida Niños Héroes en la Colonia Doctores, se proyectó para convertirse en un Centro Cultural como refugio de artistas e intelectuales. Finalizada su construcción en 1945, se mantuvo en funcionamiento durante sólo 8 meses, posiblemente por las deudas que Saldaña adquirió para poder finalizar su construcción.
El complejo consta de 6 edificios construidos en piedra y tezontle rodeados de patios jardines y fuentes que contenían más de 600 habitaciones, casino, salas de teatro, salas de baile, capilla, salones de té y 15 murales –algunos de Emilio Baz Viauz– decorando sus paredes. Su localización cerca de la Colonia Juárez y Centro dónde están proliferando la creación de Galerías de Arte y Centros Culturales en edificios históricos debería de ser suficiente pretexto para recuperar este maravilloso conjunto arquitectónico como estudios y residencias para artistas y espacios de eventos y exposiciones culturales.
Casa Haghenbeck – Cine Magerit - Cine Variedades (1886)
Carl Hypolite Haghenbeck, originario de Alemania, fue un empresario de tiendas de ropa y mercería e inversor en bienes raíces. Uno de los terrenos que adquirió estaba situado frente a la Alameda Central, en el número58 de la Avenida Juárez y fue su hijo –Don Agustín Haghenbeck Sanromán–, quién en 1886 edificaría sur residencia familiar diseñada por los arquitectos Ignacio y Eusebio de Hidalga, hijos del famoso arquitecto Lorenzo Hidalga Musitu (autor del Teatro Nacional de Santa Anna, de la Columna de la Independencia, de la Plaza Mayor, etc.).
En 1910, con la familia Haghenbeck viviendo ya en La Casa de la bola y el edificio paso a tener un uso comercial instaurándose el Cine Magerit al cubrir el interior del patio que estructuraba la vivienda en 1941, pero años más tarde el cine se amplió derribando los tres niveles de vivienda interiores para la modernización del cine que se reabrió en 1956 con el nombre de Cine Variedades. Tras la clausura de innumerables hoteles, teatros y comercios en la colonia centro desde el 1985, la degradación del barrio provocó un largo proceso de abandono del edificio. Actualmente, ya sólo queda la fachada que permanece casi intacta tras haber perdido su basamento a principios del siglo XIX a raíz de los hundimientos en el terreno. En el año 2003 se expropió el edificio con el fin de ser reconvertida su primera crujía en Casa de Cultura, pero en 2016 se hizo pública su privatización en un Asamblea Legislativa.
Ex templo de San Lázaro (1522)
Ubicada en la Colonia Emiliano Zapata, la imagen actual de lo que en su época fue parte del antiguo Hospital de San Lázaro para leprosos. En pie, sólo queda el cuerpo central y la cúpula, la estructura se encuentra seriamente dañada y año tras año las grietas se hacen mayores. En este caso, el predio es privado y la falta de fondos es lo que impide su rehabilitación. El INAH por su parte, se encarga de realizar visitas cada dos meses en las que actualiza el estado del inmueble y aconseja al propietario cómo intervenir, pero hasta el momento no ha propuesto ningún proyecto de intervención o ayuda económica por parte del gobierno para poder estabilizar el edificio y darle un nuevo uso.*
*Un dato curioso es que el grupo musical Rolling Stones grabó el video de su canción “I go Wild” en este edificio.
La Casa Requena (anterior a 1737)
Se desconoce el año de su construcción pero se encontró documentación sobre su compra venta que data de 1737. Ubicado en la calle Santa Veracruz 43, en la Colonia Centro, fue llamada en su época gloriosa “La Santa” en referencia a su ubicación. En 1895 fue adquirida por la familia Requena Legarreta quién encargó al catalán Ramón P. Cantó y al Maestro Pomposo el diseño de la casa.
Partiendo de una construcción típica colonial, la vivienda se diseñó con estilo Art Nouveau, la edificación cuenta con un cuerpo principal adosado a la calle, un patio central que permitía a sus habitaciones gozar de luz y ventilación natural adyacente al cuál se ubicaban las escaleras en un doble espacio con lucernario, un cuerpo en U conectado con el volumen de acceso y un pequeño patio trasero. Con el fallecimiento de los miembros de la dueños, primero José Luis Requena (1943) y luego su hija Guadalupe (1967), la casa pasó a manos del INAH que por razones varias no ha realizado ningún tipo de intervención. Con la demolición de un inmueble adyacente se perdió la decoración de la sala, el salón de música, hall y escalera como narraba el propio heredero de la familia en el Suplemento Cultural de “el Heraldo de México”, el domingo 12 de abril de 1970. Tras ello vino el abandono la caída de la fachada y parta del volumen de acceso.
Hoy la casa sigue en un estado deplorable, sus muebles fueron conservados en el Museo Quinta Gameros pero nadie está haciendo nada para conservar este glorioso edificio muestra del Art Nouveau mexicano. Esta pequeña muestra es sólo una parte de la infinidad de edificios que tuvieron un pasado glorioso y actualmente se encuentran en total abandono. Estos dos últimos ejemplos, demuestran lo que podría llegar a pasar con muchos de los edificios catalogados. Por eso me gustaría hacer un reclamo, basado en un ejercicio de transparencia y un plan de intervención apoyado y subvencionado por todas las fuerzas políticas de salvaguarda del patrimonio de la ciudad. Un plan de intervención a largo plazo que busque la complicidad de la administración pero también se apoye en inversionistas, ayudas internacionales y nacionales para poder mantener la historia de nuestro país.
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Nuria Heras Diez es Arquitecta Máster en Tecnología de la Arquitectura especialidad en Restauración y Rehabilitación. Apasionada de la relación entre lo urbano y lo existente, defiende que la reutilización de edificios es la manera de revitalizar la ciudad creando islas de equipamientos que hagan más heterogéneo el tejido de la ciudad.